El pasado 19 de abril cientos de salseros participaron en la tercera edición del Festival Salsero de la Universitat de València, organizado por Servei d’Educació Física i Esports. Como sabéis, el dinero recaudado estaba destinado a AIDA, Ayuda, Intercambio y Desarrollo, una organización no gubernamental de cooperación al desarrollo.
La misión de AIDA es “Promover el desarrollo integral de los pueblos y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas, buscando siempre contribuir de la manera más eficaz y eficiente posible a la acción general contra la pobreza”. Desde la organización nos envían el siguiente mensaje:
«Estimad@s amig@s, nos ponemos en contacto con vosotros para daros de nuevo las gracias por la aportación que hicisteis esta primavera a nuestros proyectos sanitarios en Guinea Bissau. Queríamos contaros que el dinero que recaudasteis lo hemos invertido en uno de los proyectos más bonitos y necesarios que hemos puesto en marcha durante este año.
Gracias a vosotros, hemos puesto en marcha una pequeña escuela dentro del Hospital Nacional Simao Mendes, en Guinea Bissau, para que todos los niños, niñas y jóvenes hospitalizados puedan acceder a la educación durante su convalecencia. Estamos muy orgullosos de poder contaros que entre todos hemos conseguido que más de 1050 alumnos y alumnas hayan pasado por nuestra escuelita desde mayo, 36 de ellos enfermos de larga duración.
Hemos podido contratar a Tony, como profesor y a dos jóvenes ayudantes y entre los tres imparten tres horas de alfabetización por las mañanas y dos de actividades lúdico-educativas por las tardes. También hemos adquirido materiales y libros. ¡En apenas seis meses hemos conseguido grandes avances!
- Para muchos de estos pequeños, y sobre todo niñas, era la primera vez que asistían a la escuela. Es el caso de Umo (3 años) que aunque ya no está ingresada ha solicitado seguir asistiendo y no se pierde ni un día.
- Para otros, como Constantina (5 años), ingresada en otro edificio con la pierna hecha polvo por un accidente, la motivación de ir a la escuela todos los días y hacerse el camino andando, le ha ayudado mucho en su recuperación.
- Salimatu (10 años), no estaba enferma, pero su madre ha estado ingresada en el Servicio de Oftalmología casi 2 meses y ella ha sido la encargada de cuidarla. En el hospital ha vuelto a la escuela, donde ha conocido nuevos amigos y ha estado mejorando un poquito su escritura y lectura (no sabía escribir ni su nombre).
- Abdulai (4 años) ha estado viviendo en el hospital unos 6 meses a la espera de una evacuación a Portugal por un problema de riñón. Desde que empezó a ir a la escuela ha estado mucho más contento y más activo, tanto, que terminó siendo un apoyo clave en la animación de las actividades con los niños desnutridos hasta que hace un mes finalmente pudo ir a Portugal.
- Con las actividades de juegos y de estimulación de las tardes se han logrado avances muy significativos, especialmente con los niños desnutridos y con sus madres (para introducirles en la dinámica de estimular a sus peques a diario). En el último trimestre se pasó de un 50% de grado de éxito en el tratamiento contra la desnutrición a un 80% y en esta mejora las actividades de la escuela han sido muy importantes.
Por estas historias y por muchas más, el equipo de AIDA y en nombre de los niños y niñas que ahora pueden ejercer su derecha a la educación queremos daros las GRACIAS.
La cuarta edición del festival ya está en marcha, ¡estad atentos!